martes, 13 de febrero de 2018

Dios nos creó para vivir unidos

"En esto está el amor; no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados. 11.Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos mutuamente. 12.A Dios no lo ha visto nadie jamás, pero si nos amamos unos a otros, Dios está entre nosotros y su amor da todos sus frutos entre nosotros." 
1º Carta de Juan, 4 - Bíblia Católica Online

Hoy estuvimos reflexionando sobre el deseo de Dios de que estemos unidos en el Amor. Esto se manifiesta principalmente en:

  • La necesidad del otro para ser persona; pues desde que somos concebidos procedemos de dos personas, nacemos y somos totalmente dependientes de otros y vivimos rodeados de nuestros hermanos a quienes necesitamos.
  • El mismo Dios nos dice: "no está bien que el hombre esté solo" (Gn2,18); como nos lo recuerda san Pablo en su carta a los corintios todos nosotros somos como un cuerpo, y del mismo modo que la nariz no puede estar sin la boca y los brazos, así en la comunidad todos tenemos una función pero no podemos cumplirla independientemente de los demás.
  • También los demás necesitan de mí; No sólo soy yo quien necesita del aporte de quienes me rodean sino que estoy llamado a contribuir a mi prójimo pues también tengo algo que aportar para enriquecer a todos.

Recomendados del día:

1. Carta a Diogneto. Documento del siglo II que testimonia hermosamente el comportamiento fraterno de los cristianos:  carta a Diogneto en pdf



2. Sin tu calor, la voz del desierto: Grupo español conformado por miembros de la diocésis de Alcalá de Henares, entre los cuales hay tres sacerdotes. Canción perfecta para reflexionar en la Cuaresma sobre la necesidad de centrarnos en Dios:

3. Para vivir mejor la Cuaresma y recordar el sentido del miércoles de ceniza:






No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Reunión Espíritu Santo, 15 de Mayo del 2018

Fotos Reunión. En esta increíble reunión fuimos llamados a mantener encendido en nosotros el fuego del espíritu, a no dej...